La Banda sonó por Pipo Romero
Miércoles 12/12/12, 20:30 horas. Auditorio Teodoro Cuesta de Mieres, "Concierto Centenario de Vital Aza": Banda de Música de Mieres, Antonio Cánovas Moreno (director).
Amanecía triste en un día frío al conocer la muerte de mi querido amigo Juan Romero, Pipo, uno de los padres de la Psicología Jurídica en España e Iberoamérica, pamplonica de adopción al que siempre tendré en el recuerdo por el hueco que deja en mi vida, apoyando desde la distancia y cercanía en el corazón a Gloria su mujer y a sus hijas Alba y Juana, familia melómana, solidaria, entregada siempre a los demás.
Y nada mejor para mi pequeño homenaje a Pipo que acudir esta tarde al concierto que daba la Banda de Música de mi pueblo con motivo del centenario de Vital Aza, nacido en Pola de Lena pero mierense de corazón, recientemente nombrado hijo adoptivo, tan unido a la música, el humor, la literatura, la medicina... y curiosamente con tantas cosas comunes con mi albaceteño de corazón navarro.
El programa lo dejo aquí abajo, agradeciendo el esfuerzo de esta agrupación de gente joven que trabaja duro, más en fechas de exámenes que siempre suponen un hándicap en el estudio de repertorios exigentes como el elegido para estos dos conciertos de Mieres y Pola de Lena (el próximo viernes), con algunas bajas que merman el resultado esperado pero compensado por la ilusión y ganas. Trabajo en equipo que consigue aunar sentimientos hechos música, bien compenetrados, con buenas dinámicas y empastes solamente logrados con el ensayo.
De agradecer las palabras sobre Vital Aza y la música escuchada antes de cada obra a cargo de Ramón Hernández, presidente de la "Asociación Mierense Amigos de la Música", conducidas por el saxofonista y actual director de la formación mierense Antonio Cánovas, que recupera para la música de banda obras como el pasodoble Antañona de Fernando Tormo Ibáñez o la jota Viva la Pepa de Mariano San Miguel, alternando con el homenaje a Frank Sinatra in concert en arreglos de Norbert Studnitzky escuchando desde el Cheeck to cheeck que dice "estoy en el cielo", nuevo recuerdo a los seres queridos que se nos van, o incluso Something Stupid, una "tontería" que cantase con su hija Nancy, hasta el New York, New York.
Tampoco pueden faltar "clásicos" de banda como la fantasía militar El sitio de Zaragoza de Cristóbal Oudrid (en arreglo de José Mª Martín Domingo), que para los que nos tocó el servicio militar siempre saca el espíritu castrense y épico, la obertura del conocidísimo El tambor de Granaderos de Chapí (arreglo de Manuel Gómez Arriba) o el pasodoble Cádiz de Federico Chueca (arreglado por el general, compositor y pedagogo Francisco Grau Vegara), bien solventados por la joven formación con ánimo y alegría contagiosa. El broche final precisamente de otro maestro desaparecido que tanto hizo en nuestra Asturias como el cartagenero Benito Lauret, cuyas Escenas Asturianas son un legado para la cultura regional y musical por la excelente armonización, instrumentación y elección de motivos del folklore desgranados en una "suite" que concluye con el himno mezclado con El Pericote, armonización casi imperecedera para un final de concierto, aunque fuese donde más se notasen las ausencias pero recordando como me explicaron en un Curso de Dirección de Bandas Musicales en Alicante allá por 1980, que la banda de música no es una orquesta sinfónica (y esta vez enhorabuena al oboe solista que sonó como si en ella estuviese). Supongo que para el poco público asistente pasase desapercibido el detalle y disfrutasen de la versión "reducida", que con la plantilla al completo hará sonar nuestra formación instrumental como si de profesionales se tratase.
De vuelta a casa sigo con Pipo encogiéndome el alma aunque seguro que disfrutó con la música como siempre que nos encontrábamos en su casa de Pamplona: entre amigos, alrededor de una mesa degustando los manajares por él cocinados, excelentes bebidas y la sobremesa musical que nunca tenía fin y donde la música nunca faltaba, como la de este 12 del 12 del 12.
Amanecía triste en un día frío al conocer la muerte de mi querido amigo Juan Romero, Pipo, uno de los padres de la Psicología Jurídica en España e Iberoamérica, pamplonica de adopción al que siempre tendré en el recuerdo por el hueco que deja en mi vida, apoyando desde la distancia y cercanía en el corazón a Gloria su mujer y a sus hijas Alba y Juana, familia melómana, solidaria, entregada siempre a los demás.
Y nada mejor para mi pequeño homenaje a Pipo que acudir esta tarde al concierto que daba la Banda de Música de mi pueblo con motivo del centenario de Vital Aza, nacido en Pola de Lena pero mierense de corazón, recientemente nombrado hijo adoptivo, tan unido a la música, el humor, la literatura, la medicina... y curiosamente con tantas cosas comunes con mi albaceteño de corazón navarro.
El programa lo dejo aquí abajo, agradeciendo el esfuerzo de esta agrupación de gente joven que trabaja duro, más en fechas de exámenes que siempre suponen un hándicap en el estudio de repertorios exigentes como el elegido para estos dos conciertos de Mieres y Pola de Lena (el próximo viernes), con algunas bajas que merman el resultado esperado pero compensado por la ilusión y ganas. Trabajo en equipo que consigue aunar sentimientos hechos música, bien compenetrados, con buenas dinámicas y empastes solamente logrados con el ensayo.
De agradecer las palabras sobre Vital Aza y la música escuchada antes de cada obra a cargo de Ramón Hernández, presidente de la "Asociación Mierense Amigos de la Música", conducidas por el saxofonista y actual director de la formación mierense Antonio Cánovas, que recupera para la música de banda obras como el pasodoble Antañona de Fernando Tormo Ibáñez o la jota Viva la Pepa de Mariano San Miguel, alternando con el homenaje a Frank Sinatra in concert en arreglos de Norbert Studnitzky escuchando desde el Cheeck to cheeck que dice "estoy en el cielo", nuevo recuerdo a los seres queridos que se nos van, o incluso Something Stupid, una "tontería" que cantase con su hija Nancy, hasta el New York, New York.
Tampoco pueden faltar "clásicos" de banda como la fantasía militar El sitio de Zaragoza de Cristóbal Oudrid (en arreglo de José Mª Martín Domingo), que para los que nos tocó el servicio militar siempre saca el espíritu castrense y épico, la obertura del conocidísimo El tambor de Granaderos de Chapí (arreglo de Manuel Gómez Arriba) o el pasodoble Cádiz de Federico Chueca (arreglado por el general, compositor y pedagogo Francisco Grau Vegara), bien solventados por la joven formación con ánimo y alegría contagiosa. El broche final precisamente de otro maestro desaparecido que tanto hizo en nuestra Asturias como el cartagenero Benito Lauret, cuyas Escenas Asturianas son un legado para la cultura regional y musical por la excelente armonización, instrumentación y elección de motivos del folklore desgranados en una "suite" que concluye con el himno mezclado con El Pericote, armonización casi imperecedera para un final de concierto, aunque fuese donde más se notasen las ausencias pero recordando como me explicaron en un Curso de Dirección de Bandas Musicales en Alicante allá por 1980, que la banda de música no es una orquesta sinfónica (y esta vez enhorabuena al oboe solista que sonó como si en ella estuviese). Supongo que para el poco público asistente pasase desapercibido el detalle y disfrutasen de la versión "reducida", que con la plantilla al completo hará sonar nuestra formación instrumental como si de profesionales se tratase.
De vuelta a casa sigo con Pipo encogiéndome el alma aunque seguro que disfrutó con la música como siempre que nos encontrábamos en su casa de Pamplona: entre amigos, alrededor de una mesa degustando los manajares por él cocinados, excelentes bebidas y la sobremesa musical que nunca tenía fin y donde la música nunca faltaba, como la de este 12 del 12 del 12.
Juan Romero, DESCANSA EN PAZ
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