Seronda en Moreda con folk
Sábado 25 de octubre, 20:00 horas. Teatro Cine Carmen, Casa de Cultura, Moreda: "Tocando pelos pueblos", XVIII Muestra de Música Tradicional: Azarbe (Murcia) y Cerezal (Asturias). Organiza: Humanitarios de San Martín, Moreda (Aller).
"Seronda" es como llamamos al otoño en Asturias, y Moreda tiene su mayor festividad en plena caída de la hoja y matanzas que llenarán las despensas para el largo invierno, aunque el tiempo real resultase veraniego antes incluso del llamado "veranín de San Martín". Y aparecía Tavio, "alma mater" de esta muestra que ya cumple su mayoría de edad, tocando al "curdión" con gaiteru el "Himno de los Humanitarios", sin la letra de Pepe Campo pero con el arreglo musical de Vima, recientemente fallecido y como homenaje a ambos ya desaparecidos, cuyo himno seguirá sonando siempre durante las fiestas del 11 de noviembre.
Tras la presentación de la muestra y entregar un detalle a la autora del cartel de este año, Ana Santirso Taladrid, pasó a presentarnos a Cerezal, que nos dejarían una hora larga de temas, muchos del primer CD que pronto verá la luz, tras una maqueta inicial que fue también su presentación el 21 de diciembre del pasado año en Mieres.
Imposible desgranar por escrito cada tema donde los cinco componentes se desenvuelven cómodos, con soltura y compartiendo protagonismo sobre el escenario, desde una sobriedad más que digna: David Mori (flautas y gaita), Juan José Díaz (percusión), Juan Yagüe (guitarras), Gonzalo Pumares (violín) y Andrea Álvarez (voz) son Cerezal, sin más etiquetas, música de la tierra con la óptica actual, bien recreándola desde unas interpretaciones propias, frescas, o directamente temas suyos con letras como las del candasín Xurde Fernández, donde las melodías engrandecen unos textos ya de por sí hermosos. Quedé con ganas de contar aquella presentación en las navidades del 2013 pero esta vez no podía callar...
Una tras otra fueron sonando en el teatro allerano Llingua de cristal, La to solombra, Cereces, reelaboración de un tema allerano por transmisión oral precisamente de la "güela de Andrea", referencias al "Baile" recogido por Torner (No quiero que me cortexes), De la to parte más tranquila tras la movida previa y buscando mantener el equilibrio en los aires, Les foles con letra de Xurde. Sin apenas descanso vuelve la tradición: la Danza de San Xuan mierense, buena adaptación y actualización de un tema genético para muchos, Islla n'el cielu propia con un inicio muy original de guitarra y "pizzicatto" en violín que va creciendo sobre la siempre mágica voz de Andrea hasta un final arrebatador en tutti instrumental, potente y bien ensamblado con una nueva aparición vocal sumándose a ese espectáculo sonoro ensamblando dos temas; Con los güeyos cerraos también del poeta candasín, tema de amor tornando a final alegre desde una monodia acompañada que se abre al cielo rítmico muy trabajado.
En estos conciertos no puede faltar algún tema instrumental donde todos los intérpretes demuestran su virtuosismo, así el Romaní dedicado al arpista gallego que perdió un dedo y reinventó su técnica cual Django, y marcha férrea, de tren country al más puro Crosby-Stills-Nash-Young o un traverso de madera cual flauta dorada de Jethro Tull que te lleva de vuelta a casa desde La Truena ("Con qué lavas la cara") cantado con Andrea y de polirritmia potente, casi zortzico. Siempre sorprendiendo con una "añada" (nana) pero al revés, de hijo a padre o madre, Durmi para romper el adormecer y despertar, aires de jazz con violín compartiendo melodía con voz, percusión siempre acertada y entrando la gaita rotunda, contrastes emocionales y presencia elegante de la guitarra más allá del puro rasgueo.
El final otro tema vocal suyo, en la línea Cerezal, Llueve con luz propia, tormenta musical con la ventana luminosa de un futuro prometedor que es toda una realidad.
Con el tiempo necesario para realizar los cambios de microfonía (bien el sonido del concierto) y ubicaciones, llegaba desde Murcia el folklore más apegado a la tierra, azarbe como acequia que transporta los sobrantes del regadío, tradicional de pura raíz como "las cuadrillas" en las que se inspiran sin olvidar pequeños guiños y actualizaciones tanto instrumentales como armónicas. Azarbe llegaron en gira a Moreda para celebrar sus 15 años, todo un mundo para una formación folk que fiel al nombre nos transporta a su tierra y tiempos antiguos desde el presente cercano. Con Pedro López a las guitarras, Oscar Esteban en las percusiones, Germán Medina con bandurria y laúd, Mario Martínez al violín y la voz de Consuelo González, natural con ornamentaciones y giros del sur, capaces de cantar copla, flamenco... pero también, por qué no, tonada asturiana, misma raíz de la música tradicional. Fueron haciendo un repaso a su música, sus raíces, las mismas para toda la piel de toro con la "climatología" que influye en la maduración y procesado de todos estos productos que nos enriquecen como país y dan las variedades que conforman un producto único a la vez que diferente.
Vengo de la romería un romance de tabernas, una "parranda floría" para seguir Joteando, siempre con esa voz natural de Consuelo, agradable, cercana, acompañada de una instrumentación apegada a la tierra y músicos completos que también dejaron su impronta con un par de "foxtrot" como El bichito donde laúd y violín llevan la pegadiza melodía, arropada por guitarra y percusión, la historia en blanco y negro con la radio en todas las casas, también folklore y tradición, más cercana al cuplé o al cabaret, de geografía Algora (Guadalajara), volviendo la voz con un aguinaldo en fecha cercana para ello, En el lugar en que yo nací. Maravillosas siempre las jotas, propias, casi flamencas o rumba por ritmo y letra siempre con doble sentido: Dos rosales. Cantos mediterráneos, del norte de Almería, del sur de Albacete, de Murcia... ¡Con alegría!
Recreando Murcia y sus cuadrillas nos cantaron una malagueña tradicional y una seguidilla o parranda fusionada con jota a voz, guitarra y pandereta. Sólo faltaba el baile porque colorido lo tenía la propia música.
Prosiguieron todos con esos cantos tan meridionales como "los mayos", canto a la naturaleza que la iglesia también se apropió, los escuchados del sur de Albacete con Bienvenido mayo, acompañamiento de folía o granadina seguido del fandango Agua por venir, malagueña por el acompañamiento de guitarra en todo un muestrario de "palos", ritmos, para acabar con otra malagueña, Amor que me das, una cartagenera de ida y vuelta. Tuvieron que volver tras los aplausos del público que todavía pedía más aunque se acercasen las once de la noche, para despedirnos con música de la huerta.
Felicidades a la organización por seguir mostrándonos la riqueza de la música, sin etiquetas.
"Seronda" es como llamamos al otoño en Asturias, y Moreda tiene su mayor festividad en plena caída de la hoja y matanzas que llenarán las despensas para el largo invierno, aunque el tiempo real resultase veraniego antes incluso del llamado "veranín de San Martín". Y aparecía Tavio, "alma mater" de esta muestra que ya cumple su mayoría de edad, tocando al "curdión" con gaiteru el "Himno de los Humanitarios", sin la letra de Pepe Campo pero con el arreglo musical de Vima, recientemente fallecido y como homenaje a ambos ya desaparecidos, cuyo himno seguirá sonando siempre durante las fiestas del 11 de noviembre.
Tras la presentación de la muestra y entregar un detalle a la autora del cartel de este año, Ana Santirso Taladrid, pasó a presentarnos a Cerezal, que nos dejarían una hora larga de temas, muchos del primer CD que pronto verá la luz, tras una maqueta inicial que fue también su presentación el 21 de diciembre del pasado año en Mieres.
Imposible desgranar por escrito cada tema donde los cinco componentes se desenvuelven cómodos, con soltura y compartiendo protagonismo sobre el escenario, desde una sobriedad más que digna: David Mori (flautas y gaita), Juan José Díaz (percusión), Juan Yagüe (guitarras), Gonzalo Pumares (violín) y Andrea Álvarez (voz) son Cerezal, sin más etiquetas, música de la tierra con la óptica actual, bien recreándola desde unas interpretaciones propias, frescas, o directamente temas suyos con letras como las del candasín Xurde Fernández, donde las melodías engrandecen unos textos ya de por sí hermosos. Quedé con ganas de contar aquella presentación en las navidades del 2013 pero esta vez no podía callar...
Una tras otra fueron sonando en el teatro allerano Llingua de cristal, La to solombra, Cereces, reelaboración de un tema allerano por transmisión oral precisamente de la "güela de Andrea", referencias al "Baile" recogido por Torner (No quiero que me cortexes), De la to parte más tranquila tras la movida previa y buscando mantener el equilibrio en los aires, Les foles con letra de Xurde. Sin apenas descanso vuelve la tradición: la Danza de San Xuan mierense, buena adaptación y actualización de un tema genético para muchos, Islla n'el cielu propia con un inicio muy original de guitarra y "pizzicatto" en violín que va creciendo sobre la siempre mágica voz de Andrea hasta un final arrebatador en tutti instrumental, potente y bien ensamblado con una nueva aparición vocal sumándose a ese espectáculo sonoro ensamblando dos temas; Con los güeyos cerraos también del poeta candasín, tema de amor tornando a final alegre desde una monodia acompañada que se abre al cielo rítmico muy trabajado.
En estos conciertos no puede faltar algún tema instrumental donde todos los intérpretes demuestran su virtuosismo, así el Romaní dedicado al arpista gallego que perdió un dedo y reinventó su técnica cual Django, y marcha férrea, de tren country al más puro Crosby-Stills-Nash-Young o un traverso de madera cual flauta dorada de Jethro Tull que te lleva de vuelta a casa desde La Truena ("Con qué lavas la cara") cantado con Andrea y de polirritmia potente, casi zortzico. Siempre sorprendiendo con una "añada" (nana) pero al revés, de hijo a padre o madre, Durmi para romper el adormecer y despertar, aires de jazz con violín compartiendo melodía con voz, percusión siempre acertada y entrando la gaita rotunda, contrastes emocionales y presencia elegante de la guitarra más allá del puro rasgueo.
El final otro tema vocal suyo, en la línea Cerezal, Llueve con luz propia, tormenta musical con la ventana luminosa de un futuro prometedor que es toda una realidad.
Con el tiempo necesario para realizar los cambios de microfonía (bien el sonido del concierto) y ubicaciones, llegaba desde Murcia el folklore más apegado a la tierra, azarbe como acequia que transporta los sobrantes del regadío, tradicional de pura raíz como "las cuadrillas" en las que se inspiran sin olvidar pequeños guiños y actualizaciones tanto instrumentales como armónicas. Azarbe llegaron en gira a Moreda para celebrar sus 15 años, todo un mundo para una formación folk que fiel al nombre nos transporta a su tierra y tiempos antiguos desde el presente cercano. Con Pedro López a las guitarras, Oscar Esteban en las percusiones, Germán Medina con bandurria y laúd, Mario Martínez al violín y la voz de Consuelo González, natural con ornamentaciones y giros del sur, capaces de cantar copla, flamenco... pero también, por qué no, tonada asturiana, misma raíz de la música tradicional. Fueron haciendo un repaso a su música, sus raíces, las mismas para toda la piel de toro con la "climatología" que influye en la maduración y procesado de todos estos productos que nos enriquecen como país y dan las variedades que conforman un producto único a la vez que diferente.
Vengo de la romería un romance de tabernas, una "parranda floría" para seguir Joteando, siempre con esa voz natural de Consuelo, agradable, cercana, acompañada de una instrumentación apegada a la tierra y músicos completos que también dejaron su impronta con un par de "foxtrot" como El bichito donde laúd y violín llevan la pegadiza melodía, arropada por guitarra y percusión, la historia en blanco y negro con la radio en todas las casas, también folklore y tradición, más cercana al cuplé o al cabaret, de geografía Algora (Guadalajara), volviendo la voz con un aguinaldo en fecha cercana para ello, En el lugar en que yo nací. Maravillosas siempre las jotas, propias, casi flamencas o rumba por ritmo y letra siempre con doble sentido: Dos rosales. Cantos mediterráneos, del norte de Almería, del sur de Albacete, de Murcia... ¡Con alegría!
Recreando Murcia y sus cuadrillas nos cantaron una malagueña tradicional y una seguidilla o parranda fusionada con jota a voz, guitarra y pandereta. Sólo faltaba el baile porque colorido lo tenía la propia música.
Prosiguieron todos con esos cantos tan meridionales como "los mayos", canto a la naturaleza que la iglesia también se apropió, los escuchados del sur de Albacete con Bienvenido mayo, acompañamiento de folía o granadina seguido del fandango Agua por venir, malagueña por el acompañamiento de guitarra en todo un muestrario de "palos", ritmos, para acabar con otra malagueña, Amor que me das, una cartagenera de ida y vuelta. Tuvieron que volver tras los aplausos del público que todavía pedía más aunque se acercasen las once de la noche, para despedirnos con música de la huerta.
Felicidades a la organización por seguir mostrándonos la riqueza de la música, sin etiquetas.
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