Fantasía e imaginación
Jueves 16 de abril, 19:00 horas. Museo de Bellas Artes de Asturias, Oviedo. JAM Asturias: II Ciclo de Música Antigua “Sonidos de la historia”. Jorge López-Escribano (clave): "Stylus Phantasticus. Fantasía e imaginación en la música para tecla de la Alemania del XVII". Obras de Weckmann, Kerll, Froberger, Krieger, Buxtehude y Muffat. Entrada libre.
Fantasía e imaginación parece el slogan no de este último concierto del segundo ciclo organizado por los jóvenes musicólogos de Asturias sino el suyo propio a la vista de un nuevo éxito dentro de una oferta que tiene días difíciles de elegir, pero donde la calidad prima sobre la cantidad y el clavecinista toledano López-Escribano se presentó con un instrumento fabricado por Klinkhamer réplica del construido en Strasburgo en 1700 por Friedrich Ring, cuidando no ya el programa sino dónde sonaría.
Maravillosa lección del llamado Stylus Phantasticus inspirado en las tocatas y fantasías para tecla de los italianos Merulo y Frescobaldi que Froberger importa al norte de los Alpes conviviendo con el "estilo libre" o nuevo, contraposición entre la total libertad compositiva e interpretativa, "caos" aparente y el "orden y estructura" donde el propio músico remodela una melodía o tema con ornamentaciones y variaciones, algo por otra parte tan cercano que mantiene la vigencia de estas músicas del barroco temprano.
Bien organizado en bloques López-Escribano sacó del clave registros increíbles dentro de las limitadas combinaciones del instrumento con dos teclados que se adaptó a la perfección a la acústica del rincón donde ubicaron clave y público, jugando con la tímbrica apropiada dependiendo de la forma a interpretar. Maravilloso sonido aterciopelado en el superior, metálico y potente el inferior, presente y poderoso con la mixtura de ambos tanto en los mordientes como en las variaciones en combinaciones de 4 y 8 pies felizmente elegidas.
El virtuosismo se da por supuesto desde unas ornamentaciones ricas y bellas que nunca oscurecieron la melodía, pero también la honestidad y respeto por lo escrito, las duraciones exactas que enriquecen unas partituras llenas de guiños y dificultades casi para iniciados felizmente traducidas a la música del clave.
El compositor que centró el discurso musical fue Johann Jakob Froberger (1616-1667) del que pudimos degustar tanto unas tocatas ricas en agilidades casi cantábiles como la Suite en Do mayor FbWV 612 titulada "Lamento Sopra la dolorosa perdita della Real Majesté di Ferdinando IV", bien explicada en el programa de mano, y sobre todo la Partita "Auff die Maÿerin" FbWV 606 compleja y avanzada en la elección de las danzas que acabarían siendo las preferidas de sus seguidores.
No faltaron más tocatas como la de Mathias Weckman (1616-1674) o Johann Philipp Krieger (1649-1725), el Aria & 3 Variazioni en la menor BuxWV 249 de Buxtehude, referente para la generación de Bach, o las Passacaglias de Johann Kaspar Kerll (1627-1693) o Georg Muffat (1653-1704) que cerraba concierto de forma magistral.
En todas ellas Jorge López-Escribano hizo gala no ya de un enorme trabajo para organizar obras y autores dentro de las dualidades antes comentadas caos-orden o libertad-estructura sino de una ejecución impoluta, llena de agilidades limpias jugando con ornamentos en ambas manos, armonías claras en acordes que evolucionan y modulan con personalidad propia más allá de las melodías específicas, inflexiones en la pulsación que hoy parecen románticas y surgen doscientos años antes, así como las distintas formas de variar líneas melódicas tanto populares como propias de unos compositores que hacen propio un lenguaje transalpino que deseaba imponerse en toda Europa aunque resultase más universal de lo que las fronteras pareciesen buscar. También quiero resaltar de las notas al programa la detallada información de autores y formas musicales así como de los recursos utilizados, que en los dedos de López-Escribano fueron complemento sonoro de una teoría muy documentada, variedades de estados anímicos hechos música, cascadas de semicorcheas dibujando colores interrumpidos bruscamente (abruptio) usando todos los recursos al alcance de un instrumento que en la distancia corta del museo llenó y completó un entorno histórico.
Aún hubo tiempo para despedidas y la propina del Lamento para evitar la melancolía que Froberger compuso tras robarle en el barco entre Francia e Inglaterra y tener que buscarse la vida dándole al fuelle para que los organistas interpretasen unas obras que él deseaba fuesen suyas, incluyendo los tan habituales "lamentos". Finalizado el concierto el intérprete toledano estuvo instruyendo sobre el instrumento traído hasta el museo "ad hoc" para este día, contestando amablemente todas las preguntas de un público ansioso por conocer a fondo el clave, que no escuchábamos en directo desde el recordado Gustav Leonhardt, y ya ha llovido.
El ciclo finaliza el próximo jueves con una visita guiada a partir de las 17:00 horas "Conociendo el Oviedo moderno: del incendio a la Ilustración" a cargo de Laura Mier en el entorno del casco antiguo más la conferencia en La Lila a partir de las 19:00 horas de la doctora en Musicología y profesora María Sanhuesa sobre "El Teatro del Fontán de Oviedo (1670-1901)", broche perfecto para este segundo ciclo que ha ocupado los jueves capitalinos en esta primavera que respira música como en las demás estaciones, porque Oviedo es música todo el año.
Mis felicitaciones a la JAM de Asturias por este éxito previsible que augura ya un tercer ciclo para 2016, gracias a su trabajo y las colaboraciones imprescindibles para mantener la llamada música antigua de actualidad. Hay público para todo y lo hemos comprobado.
Fantasía e imaginación parece el slogan no de este último concierto del segundo ciclo organizado por los jóvenes musicólogos de Asturias sino el suyo propio a la vista de un nuevo éxito dentro de una oferta que tiene días difíciles de elegir, pero donde la calidad prima sobre la cantidad y el clavecinista toledano López-Escribano se presentó con un instrumento fabricado por Klinkhamer réplica del construido en Strasburgo en 1700 por Friedrich Ring, cuidando no ya el programa sino dónde sonaría.
Maravillosa lección del llamado Stylus Phantasticus inspirado en las tocatas y fantasías para tecla de los italianos Merulo y Frescobaldi que Froberger importa al norte de los Alpes conviviendo con el "estilo libre" o nuevo, contraposición entre la total libertad compositiva e interpretativa, "caos" aparente y el "orden y estructura" donde el propio músico remodela una melodía o tema con ornamentaciones y variaciones, algo por otra parte tan cercano que mantiene la vigencia de estas músicas del barroco temprano.
Bien organizado en bloques López-Escribano sacó del clave registros increíbles dentro de las limitadas combinaciones del instrumento con dos teclados que se adaptó a la perfección a la acústica del rincón donde ubicaron clave y público, jugando con la tímbrica apropiada dependiendo de la forma a interpretar. Maravilloso sonido aterciopelado en el superior, metálico y potente el inferior, presente y poderoso con la mixtura de ambos tanto en los mordientes como en las variaciones en combinaciones de 4 y 8 pies felizmente elegidas.
El virtuosismo se da por supuesto desde unas ornamentaciones ricas y bellas que nunca oscurecieron la melodía, pero también la honestidad y respeto por lo escrito, las duraciones exactas que enriquecen unas partituras llenas de guiños y dificultades casi para iniciados felizmente traducidas a la música del clave.
El compositor que centró el discurso musical fue Johann Jakob Froberger (1616-1667) del que pudimos degustar tanto unas tocatas ricas en agilidades casi cantábiles como la Suite en Do mayor FbWV 612 titulada "Lamento Sopra la dolorosa perdita della Real Majesté di Ferdinando IV", bien explicada en el programa de mano, y sobre todo la Partita "Auff die Maÿerin" FbWV 606 compleja y avanzada en la elección de las danzas que acabarían siendo las preferidas de sus seguidores.
No faltaron más tocatas como la de Mathias Weckman (1616-1674) o Johann Philipp Krieger (1649-1725), el Aria & 3 Variazioni en la menor BuxWV 249 de Buxtehude, referente para la generación de Bach, o las Passacaglias de Johann Kaspar Kerll (1627-1693) o Georg Muffat (1653-1704) que cerraba concierto de forma magistral.
En todas ellas Jorge López-Escribano hizo gala no ya de un enorme trabajo para organizar obras y autores dentro de las dualidades antes comentadas caos-orden o libertad-estructura sino de una ejecución impoluta, llena de agilidades limpias jugando con ornamentos en ambas manos, armonías claras en acordes que evolucionan y modulan con personalidad propia más allá de las melodías específicas, inflexiones en la pulsación que hoy parecen románticas y surgen doscientos años antes, así como las distintas formas de variar líneas melódicas tanto populares como propias de unos compositores que hacen propio un lenguaje transalpino que deseaba imponerse en toda Europa aunque resultase más universal de lo que las fronteras pareciesen buscar. También quiero resaltar de las notas al programa la detallada información de autores y formas musicales así como de los recursos utilizados, que en los dedos de López-Escribano fueron complemento sonoro de una teoría muy documentada, variedades de estados anímicos hechos música, cascadas de semicorcheas dibujando colores interrumpidos bruscamente (abruptio) usando todos los recursos al alcance de un instrumento que en la distancia corta del museo llenó y completó un entorno histórico.
Aún hubo tiempo para despedidas y la propina del Lamento para evitar la melancolía que Froberger compuso tras robarle en el barco entre Francia e Inglaterra y tener que buscarse la vida dándole al fuelle para que los organistas interpretasen unas obras que él deseaba fuesen suyas, incluyendo los tan habituales "lamentos". Finalizado el concierto el intérprete toledano estuvo instruyendo sobre el instrumento traído hasta el museo "ad hoc" para este día, contestando amablemente todas las preguntas de un público ansioso por conocer a fondo el clave, que no escuchábamos en directo desde el recordado Gustav Leonhardt, y ya ha llovido.
El ciclo finaliza el próximo jueves con una visita guiada a partir de las 17:00 horas "Conociendo el Oviedo moderno: del incendio a la Ilustración" a cargo de Laura Mier en el entorno del casco antiguo más la conferencia en La Lila a partir de las 19:00 horas de la doctora en Musicología y profesora María Sanhuesa sobre "El Teatro del Fontán de Oviedo (1670-1901)", broche perfecto para este segundo ciclo que ha ocupado los jueves capitalinos en esta primavera que respira música como en las demás estaciones, porque Oviedo es música todo el año.
Mis felicitaciones a la JAM de Asturias por este éxito previsible que augura ya un tercer ciclo para 2016, gracias a su trabajo y las colaboraciones imprescindibles para mantener la llamada música antigua de actualidad. Hay público para todo y lo hemos comprobado.
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