Avance de mi escapada veneciana
Aprovechando el fin de semana largo de "Los Santos" y sabedor del debut de mi querida Beatriz Díaz en La Fenice veneciana con la "Adina" de L'Elisir d'amore, me sumé al grupo de fans que desde Avilés (pero llegados de medio Asturias) no quisieron perderse este hecho histórico para la lírica asturiana, como bien recoge Aurelio M. Seco en su web Codalario. Desde Julio ahorrando y esperando el evento del sábado 30 de octubre mereció la pena haber sido testigo directo, lo que comentaré en breves días desde aquí.
Añadir simplemente la pena de no haber coincidido el gran Celso Albelo en el mismo reparto que la allerana porque el triunfo hubiera sido aún mayor con un tenor de altura como el canario. Se cayó el previsto inicialmente para el segundo reparto Yijie Shi, y el sustituto Enrico Iviglia ni siquiera puedo decir que cantase. Si le sumamos una escenografía correcta y sin grandes alardes, más una dirección musical excelente a cargo del joven Marco Beltrami, creo que el éxito hubiese sido rotundo.
Más operófilos del Principado como los de la Asociación "Alfredo Kraus" llegaban este martes a la capital del Véneto con Carlos Abeledo al frente para escuchar a ambos (canario y asturiana) de nuevo por separado, antes de proseguir viaje a Florencia como hicieron algunos de sus colegas y coetáneos bilbaínos o incluso canarios con quienes compartí ópera, mesa y mantel el pasado sábado.
Decir que Venecia vive por y para el turismo es una obviedad (casi 25 millones de visitantes anuales) y la música forma parte de su oferta, no sólo la más seria de la ópera sino conciertos como el del domingo noche a cargo de los Interpreti Veneziani que me pareció una tomadura de pelo a pesar de su currículo, discografia, montaje, así como los bravos de un variopinto público que parecía no haber escuchado nunca Las Cuatro Estaciones vivaldianas en una ejecución literal tras dejar 25 € per capita y llenando media hora antes del inicio la antigua Iglesia de San Vidal. También le dedicaré una entrada del blog porque salí indignado y dará para mucho.
Para mis habituales, tranquilidad que ando un poco apurado y sabéis que escribir como lo hago me lleva un poco del tiempo que estos días no tengo.
Añadir simplemente la pena de no haber coincidido el gran Celso Albelo en el mismo reparto que la allerana porque el triunfo hubiera sido aún mayor con un tenor de altura como el canario. Se cayó el previsto inicialmente para el segundo reparto Yijie Shi, y el sustituto Enrico Iviglia ni siquiera puedo decir que cantase. Si le sumamos una escenografía correcta y sin grandes alardes, más una dirección musical excelente a cargo del joven Marco Beltrami, creo que el éxito hubiese sido rotundo.
Más operófilos del Principado como los de la Asociación "Alfredo Kraus" llegaban este martes a la capital del Véneto con Carlos Abeledo al frente para escuchar a ambos (canario y asturiana) de nuevo por separado, antes de proseguir viaje a Florencia como hicieron algunos de sus colegas y coetáneos bilbaínos o incluso canarios con quienes compartí ópera, mesa y mantel el pasado sábado.
Decir que Venecia vive por y para el turismo es una obviedad (casi 25 millones de visitantes anuales) y la música forma parte de su oferta, no sólo la más seria de la ópera sino conciertos como el del domingo noche a cargo de los Interpreti Veneziani que me pareció una tomadura de pelo a pesar de su currículo, discografia, montaje, así como los bravos de un variopinto público que parecía no haber escuchado nunca Las Cuatro Estaciones vivaldianas en una ejecución literal tras dejar 25 € per capita y llenando media hora antes del inicio la antigua Iglesia de San Vidal. También le dedicaré una entrada del blog porque salí indignado y dará para mucho.
Para mis habituales, tranquilidad que ando un poco apurado y sabéis que escribir como lo hago me lleva un poco del tiempo que estos días no tengo.
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