Resurrección
Ya me parecía a mí que una Sinfonía de los Mil era mucha sinfonía, pero la Segunda de Mahler (Resurrección) no está nada mal para escucharla en vivo. Mis últimas noticias confirman la Joven Orquesta Simón Bolívar con el Coro de la Fundación y Dudamel en el podio (quien la conoce más que de sobra y fue precisamente quien la pidió (por algo será), aunque personalmente me encanta el cambio. Así que la programación prevista de "Un Réquiem Alemán" de Brahms que ya se estaba ensayando, hubo que "aparcarla" y ¿olvidar? la primera opción que se barajó con Zubin Mehta y el Maggio Florentino del 2 de abril de 2009, cambiando los intérpretes de la gran primicia en la capital del Principado que, como decía en otra entrada, me imagino a Max Valdés con los dientes largos. Desconozco más detalles como las solistas (soprano y contralto) o la versión que se interpretará (1897 de Hofmeister o 1906 de Universal), pero recordar que Mahler empezó a trabajarla en "mi" Leipzig o que los textos cantados son el IV Movimiento Urlich (Luz prístina) y el V Movimiento Oda a la Resurrección de Friedrich Kloppstock y que da nombre a esta sinfonía, y de la que el tío de Max Valdés Soublette, el genial Gastón en su libro sobre Mahler le dedica buena parte de elogios, un análisis filosófico y un resumen perfecto que es, como todo, opinable: El poema sinfónico y la larga introducción que precede al coro final son las partes más interesantes de la obra (pág. 55) así como el III Movimiento por inspirarse en la canción "San Antonio predicando a los peces" y que, además del santo, me trae a la memoria el "San Ictícola de los peces" de otros genios de la música como los argentinos Les Luthiers. Al final parece que todo encaja: el Leipzig de Bach y Mendelssohn, Mahler, San Antonio, la América Latina de Dudamel (Venezuela), los Soublete (Chile) y Les Luthiers (Argentina), incluso Valdés y Dinamarca...
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