Suite Iberia y Bel Canto

Como ya me barruntaba tuve que elegir entre Mª Encina Cortizo o José María Duque (alumno de Josep Colom como Carmen Yepes), entre la ópera o el piano, entre mis castrati, Händel, Gluck, Bellini, Donizetti, o mi Isaac Albéniz y su Iberia, pero "me pudo la voz". Sí me quedé con la gana de escuchar al extremeño en un tour de force como es "La Biblia de Albéniz", pero la lección que nos dio sobre "el Bel Canto" la musicóloga -casada con otro genio Ramón Sobrino- no tiene parangón: amena, utilizando su "hermosa" voz para explicaciones técnicas, presentaciones originales, audiciones bien elegidas -donde unió historia y novedades -como Jarouskky o la banda sonora de la película "Farinelli"-, sus doctas citas operísticas que abarcan temporadas de todo el orbe sin olvidarse de la de casa, y finalmente ese guiño a The Rakes's Progress que arrancó aplausos sobre las 21:45 horas cuando en la calle hacía un día de invierno en pleno otoño: el Puerto de Pajares cerrado a los camiones y obligando a poner cadenas. Más no se puede pedir, y bien que lo siento por Albéniz. Ya lo digo muchas veces, Días de mucho, vísperas de nada.