Sin mucha pasión
Bach no quiere mirar, en De todo un poco |
Viernes 27 de marzo, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo.
J. S. Bach: Pasión según San Mateo BWV 244
Por una vez la prensa digital de LNE ha sido más rápida que yo (¿leerán este blog? y hasta estoy de acuerdo con el titular de mi tocayo Pablo Gallego: "La «Pasión según San Mateo» triunfa en un Auditorio abarrotado".
Y es que este monumento musical de "El kantor de Leipzig" no tiene desperdicio de principio a final. Si por una vez tenemos unos solistas perfectos en todo (dominadores de la obra, en especial el "evangelista" Chum), un coro trabajador, moldeable y "obediente", casi profesional (indecisiones en alguna entrada que apenas se notaron y que creo no fueron culpa suya) incluyendo los niños (dirigidos por mi querida colega y amiga Natalia Ruisánchez) y una orquesta -aquí "partida en dos" como el coro- que volvió a demostrar estar en su "punto dulce", pasando por cada uno de sus solistas en una partitura que no da descanso a nadie, todo parecía confluir para "apasionar". Pero esta vez tengo que discrepar del RESPONSABLE del producto final, algo así como en un equipo de fútbol donde tenemos todos los jugadores (ingredientes) para funcionar pero el entrenador no acierta con el planteamiento del partido, y para mí es lo que le pasó al maestro Valdés con esta "Pasión" comentada como "sin mucha pasión". ¿Necesitamos adelantar el fichaje de nuevo "entrenador" y no esperar el fin de contrato?. Y como diría un crítico deportivo, no estoy refiriéndome sólo al último partido...
Sé que con los años me estoy volviendo repugnante y demasiado exigente, máxime cuando se tratan de obras que son "cabecera" de mis preferencias y que siempre tendemos a comparar o buscar otras referencias, en este caso la mía más cercana en vivo es del año pasado (18 de marzo de 2008 en el mismo escenario con la Oviedo Filarmonia, el Coro El León de Oro, otros solistas -tal vez no "tan buenos" como los de ayer- y la batuta de Haider). Para mi gusto la interpretación que Max Valdés hizo de la obra maestra -aunque es difícil aplicar este calificativo- de Bach fue PLANA (como coincidí Ramón G. Avello al descanso pese a faltar aún lo "gordo"). Intenté buscar la explicación a un enfoque romántico (¿Mendelssohn en su aniversario y como redescubridor?) de esta gigantesca producción, pero creo que ni la intención... Resaltar de nuevo la enorme calidad de las voces solistas, para mí lo más "apasionante".
Pero lo que me disgustó enormemente fueron los tempi que el maestro chileno aplicó en un tirar pa'lante sin sentido, olvidando todo lo que la pasión y muerte conllevan de reflejo musical: las arias no daban tiempo a respirar para poder "cantar" con fluidez los textos luteranos, los recitativos no encajaban como debían, incluso hubo momentos desafinados entre el órgano (tremendo lo que debe tocar "la Semouchina") y el excelente cello de Cadenas... Estaba perando el compás 30 del nº 54 (de la edición de Eulenburg) cuando los dos coros gritan "Barabbam!" -y pocos compases después iniciar la vivaz fuga mientras siguen gritando "Lass ihn kreuzigen!" y no se me erizaron los pelos como es costumbre.
Y para "rematar" el coral final, el nº 78 en Si bemol ¿cómo "encaja" que el coro cante "Wir setzen uns mit Tränen nieder und rufen dir im Grabe zu..." ("Llorando nos postramos ante tu sepulcro...") con un Allegro en vez de un Andante sosegado?. Y no me sirve la disculpa de las últimas palabras "Höchst vergnügt Schlummern da die Augen ein" ("Felices, son tus ojos que se cierran al fin").
Bach nos dirá que la música "no debe tender sino a reverenciar el honor de Dios ya la recreación del espíritu".
He decidido ponerle las "gafas de ciego".
J. S. Bach: Pasión según San Mateo BWV 244
Por una vez la prensa digital de LNE ha sido más rápida que yo (¿leerán este blog? y hasta estoy de acuerdo con el titular de mi tocayo Pablo Gallego: "La «Pasión según San Mateo» triunfa en un Auditorio abarrotado".
Y es que este monumento musical de "El kantor de Leipzig" no tiene desperdicio de principio a final. Si por una vez tenemos unos solistas perfectos en todo (dominadores de la obra, en especial el "evangelista" Chum), un coro trabajador, moldeable y "obediente", casi profesional (indecisiones en alguna entrada que apenas se notaron y que creo no fueron culpa suya) incluyendo los niños (dirigidos por mi querida colega y amiga Natalia Ruisánchez) y una orquesta -aquí "partida en dos" como el coro- que volvió a demostrar estar en su "punto dulce", pasando por cada uno de sus solistas en una partitura que no da descanso a nadie, todo parecía confluir para "apasionar". Pero esta vez tengo que discrepar del RESPONSABLE del producto final, algo así como en un equipo de fútbol donde tenemos todos los jugadores (ingredientes) para funcionar pero el entrenador no acierta con el planteamiento del partido, y para mí es lo que le pasó al maestro Valdés con esta "Pasión" comentada como "sin mucha pasión". ¿Necesitamos adelantar el fichaje de nuevo "entrenador" y no esperar el fin de contrato?. Y como diría un crítico deportivo, no estoy refiriéndome sólo al último partido...
Sé que con los años me estoy volviendo repugnante y demasiado exigente, máxime cuando se tratan de obras que son "cabecera" de mis preferencias y que siempre tendemos a comparar o buscar otras referencias, en este caso la mía más cercana en vivo es del año pasado (18 de marzo de 2008 en el mismo escenario con la Oviedo Filarmonia, el Coro El León de Oro, otros solistas -tal vez no "tan buenos" como los de ayer- y la batuta de Haider). Para mi gusto la interpretación que Max Valdés hizo de la obra maestra -aunque es difícil aplicar este calificativo- de Bach fue PLANA (como coincidí Ramón G. Avello al descanso pese a faltar aún lo "gordo"). Intenté buscar la explicación a un enfoque romántico (¿Mendelssohn en su aniversario y como redescubridor?) de esta gigantesca producción, pero creo que ni la intención... Resaltar de nuevo la enorme calidad de las voces solistas, para mí lo más "apasionante".
Pero lo que me disgustó enormemente fueron los tempi que el maestro chileno aplicó en un tirar pa'lante sin sentido, olvidando todo lo que la pasión y muerte conllevan de reflejo musical: las arias no daban tiempo a respirar para poder "cantar" con fluidez los textos luteranos, los recitativos no encajaban como debían, incluso hubo momentos desafinados entre el órgano (tremendo lo que debe tocar "la Semouchina") y el excelente cello de Cadenas... Estaba perando el compás 30 del nº 54 (de la edición de Eulenburg) cuando los dos coros gritan "Barabbam!" -y pocos compases después iniciar la vivaz fuga mientras siguen gritando "Lass ihn kreuzigen!" y no se me erizaron los pelos como es costumbre.
Y para "rematar" el coral final, el nº 78 en Si bemol ¿cómo "encaja" que el coro cante "Wir setzen uns mit Tränen nieder und rufen dir im Grabe zu..." ("Llorando nos postramos ante tu sepulcro...") con un Allegro en vez de un Andante sosegado?. Y no me sirve la disculpa de las últimas palabras "Höchst vergnügt Schlummern da die Augen ein" ("Felices, son tus ojos que se cierran al fin").
Bach nos dirá que la música "no debe tender sino a reverenciar el honor de Dios ya la recreación del espíritu".
He decidido ponerle las "gafas de ciego".
Foto del concierto: Jesús Farpón en LNE de hoy:
Foto en PABLO, LA MÚSICA EN SIANA |
Para "compensar", hoy me esperan los daneses que vienen con Grieg y Freire (qué buena la entrevista que le hace Aurelio M. Seco hablando de "pasión" hoy que estoy con la "Pasión") y la Quinta de Mahler con Dausgaard en el podio. Para mañana sesión coral juvenil...
Que la prensa siga rápida aunque mis opiniones continúen tan dispares con las del público.
P.D. 1: Artículo más crítica de Eduardo G, Salueña sobre "La Pasión" del concierto de Gijón ayer sábado, y crítica de Diana Díaz en LNE del domingo 29 de marzo del aquí comentado del viernes.
P.D. 2: Entrevista sábado 28 de Pablo Gallego en LNE a Johannes Chum.
P.D. 3: Breve crítica de Ramón G. Avello en El Comercio de Gijón ("Indefinida y plana en dinámica").
P.D. 2: Entrevista sábado 28 de Pablo Gallego en LNE a Johannes Chum.
P.D. 3: Breve crítica de Ramón G. Avello en El Comercio de Gijón ("Indefinida y plana en dinámica").
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