Martes 28 de abril de 2009. 20:00 horas. Auditorio del
Conservatorio de Oviedo. Acto de entrega de los
Premios "Ángel Muñiz Toca" y del
Premio de las Enseñanzas Musicales Superiores "Fundación Alimerka", y concierto de los
galardonados.
Como titulaba en el
adelanto desde el "Blog móvil", talento jóven para este concierto académico.
La flautista barcelonesa, pero pronto afincada en Gijón,
Alicia Magdalena Cuesta (1985) abrió la velada interpretando el
Allegro moderato (I movimiento) del
Concierto en Re M. para flauta y orquesta de cuerda de
J. Haydn en su centenario (aunque resulte sólo atribuído a él y resultar ser obra de
Leopold Hoffman como indicaban las notas al programa). Una maravilla de sonido por parte de la solista (desconozco el nivel de sus compañeros, pero los premios lo fueron por algo), tal vez con menos soltura de la deseada aunque segura en su técnica y un acompañamiento orquestal bien llevado por el maestro
Francisco Vigil Sampedro, al frente de la formación de cámara, evidentemente con la calidad que se puede exigir a una orquesta académica que está ejercitándose con este tipo de conciertos.
Continuó el violinista ruso e hijo de músicos pero afincado en España desde 1998 (llegará a Oviedo en 2001)
Nikita Yashchuk (1987) quien nos brindó el
Allegro (I movimiento) del
Concierto en Mi m. Op. 64 para violín y orquesta de
Mendelssohn, otra obra "de referencia para los violinistas" que el joven premiado interpretó con seguridad, buen sonido y de nuevo excelentemente acompañado por los jóvenes atriles de la orquesta de cámara, donde el maestro supo sacar del alumnado lo mejor para una obra archiconocida pero no por ello de dificultad enorme, ejecutada con la maestría de un veterano por el que corre sangre musical.
Tras una breve pausa para "recolocar" a la formación sinfónica apareció el violinista ucraniano, trasladado a Avilés en 1997,
Ostap Pechenyi (1986), todo un "corredor de fondo" y un joven ya veterano que atesora multitud de premios, con una carrera tanto de solista como en formaciones de cámara, que nos brindó un
Allegro Moderato (I mov.) del
Concierto en Re M. para violín y orquesta de
Tchaikovski, realmente digno. Obra llena de lirismo que no da tregua ni al solista ni a la orquesta, esta vez y como ya comenté, la Sinfónica del
CONSMUPA, con"mi otra"
María Ovín Carrera de concertino y bajo la batuta de
José Esteban Garcia Miranda, quien siempre estuvo atento al solista y controlando perfectamente la dinámica de una formación que podría tender al ímpetu desbocado en los metales pero en cambio se mostró como profesional al atender cada gesto, a veces no muy preciso, del director, y destacando en especial el oboe así como una cuerda, numerosa, pero que aún "crecería" en el cierre del concierto.
Y el colofón corrió a gargo de la violinista, doble ganadora del Premio
Ángel Muñiz Toca 2008 y del
Premio de las Enseñanzas Musicales Superiores "Fundación Alimerka", la ya
curtida instrumentista gijonesa que comienza a
llenar blogs,
María Díaz-Caneja Angulo (1997), otra jovencísima pero ya
veterana intérprete que nos brindó una obra que encandiló a casi todos los presentes que llenábamos prácticamente el aforo del auditorio del conservatorio ovetense: el
Poème op. 25 para violín y orquesta de
Ernest Chausson. Obra difícil con momentos cumbres, conocedora de toda la riqueza tímbrica y los juegos entre solista y orquesta, numerosa pero tan bien escrita que nunca "chocó" en volumen con un violín de cálido sonido incluso en los armónicos, y que nuestra premiada solista nos contagió de su languidez y peso virtuosístico, de nuevo bien acompañada y arropada por director y orquesta. Realmente un triunfo pleno que no será el último de esta intérprete que aún tiene mucho camino por delante.
Comentar finalmente que todas las notas al
programa de dicho acto académico-musical corrieron a cargo de los respectivos solistas, enriquecedoras por venir de sus propios intérpretes como parte del estudio de sus obras, no solo en la cuestión meramente musical sino en la siempre necesaria de aproximación al compositor y su obra en el contexto original. Espero seguir disfrutando de "la cantera" que, como apuntaba
Pedro Ordieres (violín de la
OSPA) al finalizar el concierto, tenemos entre nosotros.
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