A vueltas con las puestas en escena
Ayer con tanto Dudamel me dejé en el tintero otro tema que me viene "persiguiendo" como es el protagonismo de la escenografía en la ópera y la zarzuela, sobre todo tras leer el titular de LNE del martes 21: "La zarzuela «Katiuska», en versión de Emilio Sagi, llega hoy al Campoamor", dia del estreno cuya primera crítica a cargo de Pablo Gallego viene en el mismo periódico (líder de los digitales asturianos) del día de hoy, miércoles 22. Mejor aún la de mi amigo Ramón G. Avello en El Comercio de Gijón.
En el susodicho titular no figuran ni los cantantes, ni la orquesta ni el director musical, sólo en letras grandes esa cabecera como si en una partitura escénica la versión del escenógrafo primara sobre el resto, olvidando que la Zarzuela ES MÚSICA, de acuerdo teatral, pero MÚSICA. No es una crítica a Emilio Sagi (por cierto emparentado con dos grandes barítonos, nieto de Emilio Sagi Barba y sobrino de Luis Sagi Vela) sino que me faltan elementos de juicio suficientes, de sus múltiples trabajos recuerdo haber visto en la Ópera de Oviedo un Elisir d'amore ambientado en Llanes (que no "encuentro" en los dossiers) con sus amigos el malogrado Julio Galán (recordado por Cosme Marina en la prensa del 14 de octubre de 2008 a propósito de La Boheme) y Pepa Ojanguren, internacionalmente reconocida diseñadora de vestuario con la que continúa colaborando en distintas producciones incluyendo esta Katiuska, y que me resultó, al menos chocante en su momento por el "toque asturiano" (viene bien recordar el artículo de El Comercio).
Conozco su trayectoria en el mundo lírico desde su tésis doctoral sobre Verdi y Shakespeare allá por 1980 -en mis años de Facultad-. También le seguí en unos "Cursos de Extensión Universitaria" que versaban sobre la ópera y donde ya parecía inclinarse al lado escénico más que al propiamente musical, no en vano es Doctor en Filología Inglesa, aunque la música la haya "mamado" en casa desde recién nacido y se fuese a Londres a estudiar "Musicología". Incluso sus primeros trabajos en la ópera fueron en el Teatro Campoamor de Oviedo antes de mayores conquistas, creo que siempre con altibajos y sobre todo, que es lo que me preocupa, "encumbrándole sus diseños" como si lo que importase fuese la teatralidad, la puesta en escena que, se olvidan, está en los propios libretos que musican los compositores, sea Donizetti, Verdi o mi tocayo Pablo Sorozábal, el compositor de esta Katiuska que comento. Hasta Kiri Te Kanawa que actuará este próximo viernes en el Teatro Jovellanos de Gijón (y que me la perderé lamentablemente por anteriores e ineludibles compromisos) hace referencia hoy en una entrevista a las tan traídas y llevadas escenografías: "Hubo muchísimas producciones extravagantes en el pasado dirigidas por artistas como Zefferilli, Gotz Friedrich y John Schlesinger. Hubo también legendarias colaboraciones como las de Chagall, David Hockney y Gianni Versace".
Y quiero dejar ya a Sagi y las puestas en escena para comentar la ilustración que he buscado para Katiuska: el vinilo de larga duración (LP, Long Play que todavía tengo junto con otros 600 o más) y que hemos escuchado los que tenemos de 50 años para arriba, con un reparto vocal de lujo que se puede leer todavía en la portada del disco, encabezado por Pilar Lorengar (Lorenza García, con el Pilar por ser maña y LorenGar, aunque Wikipedia no lo diga así y dé por supuesto que es su primer nombre) con Alfredo Kraus "El tenor". Encontes no sabíamos nada de escenografías, sólo el argumento que además, al cantar en español, nos imaginábamos como cuando leemos un libro. Lo que nos sigue enamorando son esas voces que elevan "La Zarzuela" a la máxima categoría, máxime con un elenco dirigido por el propio compositor, nada que envidiar a "La Ópera" cuando HAY EXCELENTES VOCES. Y Carlos Abeledo seguro que en esto coincide al 100% conmigo...
En el susodicho titular no figuran ni los cantantes, ni la orquesta ni el director musical, sólo en letras grandes esa cabecera como si en una partitura escénica la versión del escenógrafo primara sobre el resto, olvidando que la Zarzuela ES MÚSICA, de acuerdo teatral, pero MÚSICA. No es una crítica a Emilio Sagi (por cierto emparentado con dos grandes barítonos, nieto de Emilio Sagi Barba y sobrino de Luis Sagi Vela) sino que me faltan elementos de juicio suficientes, de sus múltiples trabajos recuerdo haber visto en la Ópera de Oviedo un Elisir d'amore ambientado en Llanes (que no "encuentro" en los dossiers) con sus amigos el malogrado Julio Galán (recordado por Cosme Marina en la prensa del 14 de octubre de 2008 a propósito de La Boheme) y Pepa Ojanguren, internacionalmente reconocida diseñadora de vestuario con la que continúa colaborando en distintas producciones incluyendo esta Katiuska, y que me resultó, al menos chocante en su momento por el "toque asturiano" (viene bien recordar el artículo de El Comercio).
Conozco su trayectoria en el mundo lírico desde su tésis doctoral sobre Verdi y Shakespeare allá por 1980 -en mis años de Facultad-. También le seguí en unos "Cursos de Extensión Universitaria" que versaban sobre la ópera y donde ya parecía inclinarse al lado escénico más que al propiamente musical, no en vano es Doctor en Filología Inglesa, aunque la música la haya "mamado" en casa desde recién nacido y se fuese a Londres a estudiar "Musicología". Incluso sus primeros trabajos en la ópera fueron en el Teatro Campoamor de Oviedo antes de mayores conquistas, creo que siempre con altibajos y sobre todo, que es lo que me preocupa, "encumbrándole sus diseños" como si lo que importase fuese la teatralidad, la puesta en escena que, se olvidan, está en los propios libretos que musican los compositores, sea Donizetti, Verdi o mi tocayo Pablo Sorozábal, el compositor de esta Katiuska que comento. Hasta Kiri Te Kanawa que actuará este próximo viernes en el Teatro Jovellanos de Gijón (y que me la perderé lamentablemente por anteriores e ineludibles compromisos) hace referencia hoy en una entrevista a las tan traídas y llevadas escenografías: "Hubo muchísimas producciones extravagantes en el pasado dirigidas por artistas como Zefferilli, Gotz Friedrich y John Schlesinger. Hubo también legendarias colaboraciones como las de Chagall, David Hockney y Gianni Versace".
Y quiero dejar ya a Sagi y las puestas en escena para comentar la ilustración que he buscado para Katiuska: el vinilo de larga duración (LP, Long Play que todavía tengo junto con otros 600 o más) y que hemos escuchado los que tenemos de 50 años para arriba, con un reparto vocal de lujo que se puede leer todavía en la portada del disco, encabezado por Pilar Lorengar (Lorenza García, con el Pilar por ser maña y LorenGar, aunque Wikipedia no lo diga así y dé por supuesto que es su primer nombre) con Alfredo Kraus "El tenor". Encontes no sabíamos nada de escenografías, sólo el argumento que además, al cantar en español, nos imaginábamos como cuando leemos un libro. Lo que nos sigue enamorando son esas voces que elevan "La Zarzuela" a la máxima categoría, máxime con un elenco dirigido por el propio compositor, nada que envidiar a "La Ópera" cuando HAY EXCELENTES VOCES. Y Carlos Abeledo seguro que en esto coincide al 100% conmigo...
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