El León en invierno
Viernes 18 de diciembre, 19:30 horas. Sála de cámara del Auditorio de Oviedo. Concierto de Navidad organizado por el ICA Oviedo. Coro "El León de Oro" (director: Marco A. García de Paz) y Coro "Los peques del León de Oro" (directora: Elena Rosso Valiña). Entrada con invitación.
Fechas con abundancia de conciertos e incluso en la misma población, como era el caso de este viernes donde mi elección, tras conseguir invitación de un "picapleitos", fue para "los leones" de Luanco en vez de El Mesías de la Catedral con Coro de la Fundación, OSPA, Paul Mann y demás solistas. Escuchar estas voces es algo que se está convirtiendo casi en obligación para mí desde finales de junio: Gijón, Mieres, de nuevo Gijón y esta vez Oviedo han sido mis pequeños peregrinajes para una cantera coral en un pueblo como Luanco que supera los propios límites geográficos. El repertorio que nos dejaron lo dominan de cabo a rabo (dejo abajo el programa) y eso se nota porque la sensación de pasárselo bien cantando la transmiten al público, comenzando por ese O Sacrum Convivium
(Luigi Molfino) con los cantantes situados en los pasillos laterales y central de la sala, haciéndonos partícipes de su sonoridad, y con Marco "dirigiéndonos" a todos. Del resto nada nuevo que comentar, la ausencia de 7 u 8 voces que apenas se notaron, algún exceso de volumen en las sopranos que no enturbia el resultado final, y lo agradecidas que resultan las tres obras que cerraron la primera parte, la del componente Jesús Gavito Pasaje Astur, la Fariñona y Marañueles de Albert Alcaraz, ambas disponibles en su último CD "Paxarines", más ese final con el popular tema filipino de Rosas Pandan (Georg Hernandez) que dejó al respetable con ganas de bailar.
La segunda parte la ocuparon "los nenos", porque este león tiene cachorros que aseguran cantera para años. Dirigidos por ese pedazo de música que es Elena Rosso, solista y componente del "coro grande", profesora, pianista y compositora, además de responsable de la técnica vocal de varios coros, consigue transmitir la alegría y las ganas de cantar de estos "peques" con un repertorio muy bien elegido, donde la expresión corporal es tan importante como la musical en obras "a capella", como la por ella compuesta Nube gris, auténtica delicia para el oido, con acompañamiento de piano (ella misma desde el piano los lleva perfectamente), con piano y flauta (¡qué buena la cantante y flautista, investigaré su nombre!) en el Gau Ilunak Ez badu de Xabier Sarasola (1960), que dejo aquí de YouTube®:
Y finalizaron con el archiconocido White Christmas de Irving Berlin en el arreglo de B. Rubiños.Las fotos desde el "celular" simplemente quieren dejar testimonio de lo bien que trabaja la cantera, su disciplina, atención y saber estar encima de un escenario, auténtica "envidia sana" para muchos otros coros. Gracias Peques.
Para cerrar el concierto qué mejor forma que hacerlo juntos grandes y pequeños, auténtica unión vocal y sensaciones imponentes de satisfacción por el trabajo hecho, dos clásicos de estas fiestas y seguramente las obras más conocidas e interpretadas en el mundo: Adeste Fideles y Noche de Paz, siempre bajo la experta dirección de Marco Antonio Gª de Paz.Un concierto que, pese a la mala educación -o al menos distinta de la mía- del llamado "respetable" (los papeles de los caramelos que nunca se acaban de abrir, los comentarios en voz alta como si en sus casa delante del televisor estuviesen, niños pequeños -y no tanto- interrumpiendo los pp, amén de los odiados politonos de los teléfonos móviles que a más de uno le sirvió para que Marco le enviase una mirada matadora... a pesar de la falta de sensibilidad de parte de los asistentes, como digo y parafraseando el título de la entrada, DE PELÍCULA.
Fechas con abundancia de conciertos e incluso en la misma población, como era el caso de este viernes donde mi elección, tras conseguir invitación de un "picapleitos", fue para "los leones" de Luanco en vez de El Mesías de la Catedral con Coro de la Fundación, OSPA, Paul Mann y demás solistas. Escuchar estas voces es algo que se está convirtiendo casi en obligación para mí desde finales de junio: Gijón, Mieres, de nuevo Gijón y esta vez Oviedo han sido mis pequeños peregrinajes para una cantera coral en un pueblo como Luanco que supera los propios límites geográficos. El repertorio que nos dejaron lo dominan de cabo a rabo (dejo abajo el programa) y eso se nota porque la sensación de pasárselo bien cantando la transmiten al público, comenzando por ese O Sacrum Convivium
(Luigi Molfino) con los cantantes situados en los pasillos laterales y central de la sala, haciéndonos partícipes de su sonoridad, y con Marco "dirigiéndonos" a todos. Del resto nada nuevo que comentar, la ausencia de 7 u 8 voces que apenas se notaron, algún exceso de volumen en las sopranos que no enturbia el resultado final, y lo agradecidas que resultan las tres obras que cerraron la primera parte, la del componente Jesús Gavito Pasaje Astur, la Fariñona y Marañueles de Albert Alcaraz, ambas disponibles en su último CD "Paxarines", más ese final con el popular tema filipino de Rosas Pandan (Georg Hernandez) que dejó al respetable con ganas de bailar.
La segunda parte la ocuparon "los nenos", porque este león tiene cachorros que aseguran cantera para años. Dirigidos por ese pedazo de música que es Elena Rosso, solista y componente del "coro grande", profesora, pianista y compositora, además de responsable de la técnica vocal de varios coros, consigue transmitir la alegría y las ganas de cantar de estos "peques" con un repertorio muy bien elegido, donde la expresión corporal es tan importante como la musical en obras "a capella", como la por ella compuesta Nube gris, auténtica delicia para el oido, con acompañamiento de piano (ella misma desde el piano los lleva perfectamente), con piano y flauta (¡qué buena la cantante y flautista, investigaré su nombre!) en el Gau Ilunak Ez badu de Xabier Sarasola (1960), que dejo aquí de YouTube®:
Y finalizaron con el archiconocido White Christmas de Irving Berlin en el arreglo de B. Rubiños.Las fotos desde el "celular" simplemente quieren dejar testimonio de lo bien que trabaja la cantera, su disciplina, atención y saber estar encima de un escenario, auténtica "envidia sana" para muchos otros coros. Gracias Peques.
Para cerrar el concierto qué mejor forma que hacerlo juntos grandes y pequeños, auténtica unión vocal y sensaciones imponentes de satisfacción por el trabajo hecho, dos clásicos de estas fiestas y seguramente las obras más conocidas e interpretadas en el mundo: Adeste Fideles y Noche de Paz, siempre bajo la experta dirección de Marco Antonio Gª de Paz.Un concierto que, pese a la mala educación -o al menos distinta de la mía- del llamado "respetable" (los papeles de los caramelos que nunca se acaban de abrir, los comentarios en voz alta como si en sus casa delante del televisor estuviesen, niños pequeños -y no tanto- interrumpiendo los pp, amén de los odiados politonos de los teléfonos móviles que a más de uno le sirvió para que Marco le enviase una mirada matadora... a pesar de la falta de sensibilidad de parte de los asistentes, como digo y parafraseando el título de la entrada, DE PELÍCULA.
P.D.: mínima reseña en LNE del sábado 19.
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