Regalo de cumpleaños

Max Valdés. OSPA© Marta Barbón
Jueves 12 de mayo, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo, Concierto extraordinario 20 años: OSPA, Maximiano Valdés (director). Obras de Israel López Estelche (Santoña, 1983), Falla y Brahms. Entrada gratuita.
Tras un minuto de silencio sobrecogedor en recuerdo de las víctimas del terremoto de Lorca (Murcia), comenzaba un emotivo concierto que servía de fiesta para todos los que hacen y hacemos posible la OSPA, como bien recordó al final del mismo su gerente desde hace cuatro años Ana Mateo, así como sus antecesores en el cargo.
Musicalmente y en los tiempos que corren es realmente para festejar contar desde hace 20 años con una orquesta sinfónica como la asturiana, auténtica embajadora cultural y bálsamo en días tristes como el que recordábamos con un silencio que también forma parte de la música. Invitados institucionales, colaboradores, patrocinador (CajAstur), abonados, melómanos, amigos, aficionados, colegas músicos, profesores y alumnos (aunque no tantos como quisiéramos) no llenaron el auditorio ovetense, pero pudimos disfrutar de un concierto dirigido por Max Valdés, el último titular que parece no haberse ido -con todo el cariño del mundo- y sintiéndose un asturiano más como los 69 músicos de la OSPA que han hecho de la orquesta su gran familia.
 
Israel López Estelche y Max Valdés. OSPA© Marta Barbón
Como fiesta musical un estreno absoluto de López Estelche: "De la eternidad concéntrica" (2010), obra ganadora del Concurso de composición OSPA XX años, perfectamente comentada por el propio autor en el programa dentro de las notas de Cosme Marina. También destacar el texto de Antonio Gallego (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) al que hacía referencia en la entrada de ayer.
Para una plantilla todavía "corta" (aunque hoy reforzada) a la que se tuvo que ajustar y dominador del estilo compositivo desde su doble faceta de musicólogo y percusionista, la obra perfectamente estructurada en tres bloques, mostró un lenguaje nada convencional pese a todas las referencias que queramos  buscarle, jugando con todas las secciones y estrujando rítmicas (gran papel de los percusionistas), dinámicas y sobre todo texturas, a fin de cuentas sonoridades del siglo XX desde la creación del XXI. Hay momentos armónicos plenamente clásicos y disonancias que recuerdan a sus maestros en la composición, pero incluso el título venía como anillo al dedo para abrir el concierto con este regalo de calidad inmensa que el director chileno llevó con auténtico primor y estoy seguro acabará siendo interpretada muchas más veces.
La Suite nº 2 de "El sombrero de tres picos" (Falla) con sus tres danzas trajo el carácter festivo desde una interpretación fresca, clara, jugando con toda la paleta orquestal de la obra y jugando con la agógica, los rubati y unos tempi plenamente logrados al lograr esa perfecta conjunción entre músicos y conductor, que con estas músicas (incluso grabadas con la propia OSPA) se le nota realmente cómodo, lo que redunda en un resultado global plenamente satisfactorio. Sección por sección es un placer escuchar a nuestros músicos dar el sabor de las seguidillas, la farruca y esa jota final capaz de subirnos la moral sin perder ni un detalle de la riqueza que esta obra atesora, siendo muy aplaudidos todos.
Y para finalizar una obra muy querida por Max Valdés que dirigió de memoria (no muy habitual en él) para lograr un maridaje de libro que sólo 16 años con estos músicos pueden lograr: la Sinfonía nº 1 en Do m., Op. 68 (Brahms). Desde el primer compás se podía masticar el entendimiento entre todos, gustándose, con unos tiempos contenidos pero brillantes, nuevamente unos solistas de calidad extrema y una versión de La Primera que quedó grabada por Radio Clásica para volver a disfrutarla, ya que como comentaba el propio director, la música es tan inmaterial que las grabaciones sirven para atesorar momentos como el de este XX Aniversario. Sin entrar a fondo en los cuatro movimientos (los críticos de la prensa escrita supongo que lo harán), me quedo con el último (IV. Adagio - Più andante - Allegro non troppo, ma con brio) por los cambios que tiene y el color instrumental logrado, así como lo ya apuntado de una elección de los tempi sin concesiones a virtuosismos sino más bien al paladeo musical profundo que busca más el detalle que lo global.
Ana Mateo y Max Valdés. OSPA© Marta Barbón
La propina tras las palabras de la gerente Ana Mateo, cuyo trabajo poco se conoce pero que es realmente impresionante y en la sombra, tuvo no ya el sabor asturiano sino un homenaje a uno de los directores que más huella han dejado en nuestra tierra al frente de "la OSA, madre" de la actual OSPA: una selección de las Escenas Asturianas del recordado Benito Lauret, que sonaron pletóricas y cual himno sinfónico astur que suena allá donde viajan, desde los pequeños pueblos asturianos en la gira de verano hasta la lejana China o el querido México que también han disfrutado con nuestro folklore llevado al sinfonismo por otro "asturiano de adopción".
 
Ana Mateo y Max Valdés. OSPA© Marta Barbón
Un broche de oro para estos primeros 20 años donde no podía faltar para finalizar la fiesta que el Cumpleaños feliz cantado por todos con el acompañamiento de nuestra OSPA:

Cumpleaños Feliz, OSPA y Max Valdés. OSPA© Marta Barbón
Una tarde para saludar a muchos amigos y darle un beso de agradecimiento a mi profesora y primera gerente de la OSPA, Doña Inmaculada Quintanal, feliz bisabuela como bien presumía (aunque para sus alumnos siga siendo joven), y auténtica defensora desde hacía años no ya de nuestro folklore, patrimonio y educación musical, sino de una orquesta como la que ahora cumple estos primeros veinte años (que no son nada como bien dice el tango) y "culpable" del fichaje de Valdés.
Larga vida a la música, gafas de aumento (sino, prismáticos) para los políticos y patrocinadores, pero sobremanera SALUD PARA TODOS. Así podremos seguir disfrutando los años venideros y presumir de "nuestros colores".
P. D. 1: Por problemas en Blogger no pude subirla el mismo día, aunque sí está escrita desde la proximidad y cercanía, así como suelo hacer con todos los conciertos (si no hay cena después), nada más llegar a casa.
P. D. 2: Crítica y comentario de Joaquín Valdeón en LNE del viernes 14, sobre la obra de López Estelche.
P. D. 3: Críticas de Ramón Avello en El Comercio, Diana Díaz en LNE y Aurelio M. Seco en La Voz de Asturias del viernes 14.
P. D. 4: Reportaje de Javier G. Caso en LVA del viernes 14 (en la edición papel sábado 15) sobre opiniones de algunos abonados a la OSPA, entre los que se me incluye y cita este blog. Gracias.

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