Buen ensayo general
Miércoles 21 de octubre, 20:30 horas. Auditorio de Oviedo. Ensayo general de La vida breve (Falla), versión concierto. Clausura de la Semana de Música.
Lola Casariego (soprano), Marina Pardo (mezzo), José Ferrero (tenor), Josep-Miquel Ramón (barítono), Alfredo García (barítono), Álvaro Vallejo (tenor), Rosa Sarmiento del Campo (soprano), Pedro Sanz (cantaor), Pablo Sáinz Villegas (guitarra), Nuria Pomares (bailarina). Coro de la Fundación Príncipe de Asturias (José Esteban García Miranda, director). OSPA. Dirección: Max Valdés.
Con entrada libre previa retirada de localidad en taquilla, se llenó el auditorio de la capital para asistir al ensayo que mañana será concierto con la presencia de "la realeza" y entrada con rigurosa invitación (la tengo aunque detrás del escenario), obra difícil de interpretar y escuchar en directo precisamente por todo lo que conlleva. De lo visto y recalcando lo de ensayo general, aunque se hizo sin pausas, destacar algunas cosas puntuales:
Excelente la carbayona Lola Casariego, mezzo hace años pero reconvertida a soprano dramática, cuya Salud no preocupa (perdón por el juego de palabras facilón), realmente plena en su papel y con una madurez interpretativa que me ha sorprendido (en los 80 la descubrí con un Acis y Galatea de Literes que tengo grabado en tres cassettes desde Radio Clásica, y aún suenan bien).
Tercera vez en poquísimo tiempo que escucho a José Ferrero (tras Gruberová y "Alrededor de... Tosca"), por cierto mejor que las anteriores porque la orquesta "no perdona" y ya comenté que su poderío estaba por "domar", viniéndole muy bien para "casos" como el de esta tarde.
Extraordinariamente arrebatadora la bailaora Nuria Pomares no sólo con las castañuelas en la conocida Danza que me hicieron recordar a la gran Lucero Tena, sino en la segunda danza con todo un muestrario de usar con todo el arte del mundo el mantón de Manila, además de ser conocida y apreciada en Oviedo por haber bailado La Rosa del azafrán, y la única en arrancar los únicos aplausos del público durante el ensayo.
El coro muy bien para lo mucho que tiene que cantar, con una segunda parte de memoria y actuando además con una puesta en escena de abanicos y claveles rojos, palmas, jaleos y todo el mundo flamenco de Falla.
La OSPA que sigue sonando compacta, homogénea y atenta a la batuta del chileno, aunque la versión mostrada en el ensayo haya sido un "p'alante" más preocupado de encajarlo todo que de interpretarlo, sin perdonar dinámicas para no tapar las voces solistas, aunque en sus manos están los mimbres perfectos para conseguir, o al menos eso espero, una buena cesta mañana. Desde aquí lo contaremos.
Lola Casariego (soprano), Marina Pardo (mezzo), José Ferrero (tenor), Josep-Miquel Ramón (barítono), Alfredo García (barítono), Álvaro Vallejo (tenor), Rosa Sarmiento del Campo (soprano), Pedro Sanz (cantaor), Pablo Sáinz Villegas (guitarra), Nuria Pomares (bailarina). Coro de la Fundación Príncipe de Asturias (José Esteban García Miranda, director). OSPA. Dirección: Max Valdés.
Con entrada libre previa retirada de localidad en taquilla, se llenó el auditorio de la capital para asistir al ensayo que mañana será concierto con la presencia de "la realeza" y entrada con rigurosa invitación (la tengo aunque detrás del escenario), obra difícil de interpretar y escuchar en directo precisamente por todo lo que conlleva. De lo visto y recalcando lo de ensayo general, aunque se hizo sin pausas, destacar algunas cosas puntuales:
Excelente la carbayona Lola Casariego, mezzo hace años pero reconvertida a soprano dramática, cuya Salud no preocupa (perdón por el juego de palabras facilón), realmente plena en su papel y con una madurez interpretativa que me ha sorprendido (en los 80 la descubrí con un Acis y Galatea de Literes que tengo grabado en tres cassettes desde Radio Clásica, y aún suenan bien).
Tercera vez en poquísimo tiempo que escucho a José Ferrero (tras Gruberová y "Alrededor de... Tosca"), por cierto mejor que las anteriores porque la orquesta "no perdona" y ya comenté que su poderío estaba por "domar", viniéndole muy bien para "casos" como el de esta tarde.
Extraordinariamente arrebatadora la bailaora Nuria Pomares no sólo con las castañuelas en la conocida Danza que me hicieron recordar a la gran Lucero Tena, sino en la segunda danza con todo un muestrario de usar con todo el arte del mundo el mantón de Manila, además de ser conocida y apreciada en Oviedo por haber bailado La Rosa del azafrán, y la única en arrancar los únicos aplausos del público durante el ensayo.
El coro muy bien para lo mucho que tiene que cantar, con una segunda parte de memoria y actuando además con una puesta en escena de abanicos y claveles rojos, palmas, jaleos y todo el mundo flamenco de Falla.
La OSPA que sigue sonando compacta, homogénea y atenta a la batuta del chileno, aunque la versión mostrada en el ensayo haya sido un "p'alante" más preocupado de encajarlo todo que de interpretarlo, sin perdonar dinámicas para no tapar las voces solistas, aunque en sus manos están los mimbres perfectos para conseguir, o al menos eso espero, una buena cesta mañana. Desde aquí lo contaremos.
P.D. 1: No quiero dejar de agradecer a todas mis amistades del coro las molestias que se tomaron para conseguirme no sólo entradas para este ensayo, sino una invitación para el Concierto. Como será imposible ir uno a uno, al menos quede constancia desde aquí.
P.D. 2: Reseña en LNE del jueves 22.
P.D. 2: Reseña en LNE del jueves 22.
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