Victorien Sardou en la ópera

Tarde dominical con eventos varios, futbolísticos -televisaban el Athletic de Bilbao-Sporting de Gijón- y musicales (a la misma hora actuaba también en Oviedo dentro de la XVIII Semana de Música de CajAstur el trío Anahit Chaushyan (piano), Tamaki Kawakubo (violín) y Timothy Park (violonchelo), lo que no impidió una buena entrada para escuchar este recital lírico con el segundo reparto de Tosca (que ya cantó el pasado viernes 16 e incluso intervino brevemente el lunes 12 con la Gruberovà) con el acompañamiento pianístico del director del Coro de la Ópera Patxi Aizpiri.
Tras una presentación leída por Javier Gómez Tuñón, tesorero de la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera y Fundación Ópera de Oviedo, glosando la figura del dramaturgo francés Victorien Sardou (cuya imagen abre la entrada de hoy) con algunos de los libretos de óperas famosas entre las que estaban las de la selección de esta velada, con la "baja por laringitis" de la mezzo local María José Suárez en sus dos arias programadas, aunque no en los concertantes, lo que alteró un poco el orden previsto.
Finalmente pudimos escuchar con el siempre poco agradecido y difícil acompañamiento pianístico (reducir la orquesta a teclado es muy ingrato) de Patxi Aizpiri los siguientes números que comentaré al final de forma global:


La laringitis de Mª José Suárez nos privó de escuchar el dúo de soprano y mezzo "Vénus qui peut briser" de Les Barbares (1901) de C. Sain-Saëns, así como el aria "Fruits des vieilles habitudes" de Le Roi Carotte.
Los números escogidos, y sobre todo el dúo suprimido, eran auténticas "rarezas en vivo" que quedaron mermadas, y las voces elegidas personalmente se limitaron a cantar (que apenas interpretar) la partitura, lo que dicho sea de paso, era difícil. El tenor José Ferrero tiene una voz potente pero aún sin "domar", con algún problema de afinación y necesidad de mejorar sus pianos. La mezzo Ana Häsler cantó roles de soprano, lo que le vino muy bien para un registro muy igualado (lógicamente el grave más potente de lo habitual en las sopranos) pero sus agudos aún deben "limarse" un poco. Lo poco que le correpondió al barítono Luis Cansino "me dejó algo de su apellido", aunque lo solventa con la puesta en escena, de la "enferma" conocida en Oviedo no voy a opinar y bastante hizo por no "acortar" más el programa. Dejo para el final a Sandra López, con potencia, saber estar en escena, trabajadora (las dos veces que la escuché esta semana lo hizo de memoria, lo que siempre es reflejo del estudio, aunque hoy el atril lo tuviese de reojo), pero con un vibrato que deberá que intentar corregir para mejorar esa emisión de voz con un timbre algo metálico e "indómito", pero que resultó ser la "más profesional" de la velada, así como "la que más tuvo que cantar".
De izda. a dcha. P. Azpiri, L. Cansino, J. Ferrero, Mª J. Suárez, A. Häsler , azafata y S. López
Algunos de mis lectores me han pedido que sea benévolo, más diplomático o incluso cuide mis expresiones (sobre todo los titulares, habitualmente sin segundas intenciones y reconozco que poco periodísticos). Realmente escribo y digo lo que pienso y siento, con todo lo que supone, haciéndolo en caliente nada más llegar al ordenador de casa (si hay tiempo, pues desde el móvil es casi instantáneo) porque ni es crítica musical, ni tomo notas durante los conciertos, ni me pagan por ésto. Y siempre hablo y escribo desde el respeto que me merecen TODOS LOS MÚSICOS, a fin de cuentas colegas. MI OPINIÓN PERSONAL será rebatible por todos los demás (nunca he dejado de publicar los comentarios que se han hecho aquí en las distintas entradas), aunque recalcaré que ES LA MÍA.
P.D. 1: La versión digital de LNE del lunes 19 trae una reseña poco clara (e incluso irreal) de lo escuchado. No se pueden hacer así las cosas, y menos en la prensa... esperaremos a ver la crítica.
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